jueves, 19 de enero de 2012

Celedonius B., un ejemplo de civismo al margen de la cordura



    El dia de su vigesimo onceavo aniversario, Celedonius despertó con el ánimo pletórico propio del que tiene el sabor metálico en el paladar a causa del abuso de antipsicóticos y magdalenas de salvado. Después de recitar una oda al refinamiento epigástrico, se percató de que tenía el móvil repleto de sms felicitándole por su sedoso cabello nasal el cual descendia acaracoladamente desde sus fosas a su barbilla...también por el hecho de haber conseguido escanciar su zapato de serrin de acacia mesopotámica que le servía para aromatizar sus axilas, dada las propiedades laxantes que dicha madera posee en la etiqueta del arbol. Una vez realizado su ritual ablutorio, afeitarse los dientes, y cepillarse la cara ( por lo cual tuvo que pagar la friolera de 15 euros con 25 chelines a la toalla del cuelgamanos), salió del armario de la azotea y voló hasta el buzón del supermercado canino, solicitando allí un puesto como plastificador de galletas en forma de hueso, adjuntando para ello su título de veterinario de cactus nepalíes. Como el entrevistador era hincha del Peloponeso, regional B, le despachó con un "ya le llamaremos", captando Celedonius su retintín como queriendo decir "pongase las manos en los bolsillos traseros de sus Jeans y conduzca la bicicleta sujetando el manillar con los dientes y ...por un camino pedregoso". No obstante Celedonius henchido de optimismo y de esa cara estúpida que se le queda a uno cuando roba un buen puñado de caramelos del canastillo de la recepción de un hotel, se arremangó las gafas y se sacó los calcetines doblados de la entrepierna , conduciendo escrupulosamente su góndola veneciana por el lado derecho de la calzada, respetando toda señalización que indicase, que no se sirven desayunos los jueves por la tarde. Al llegar a la torre del campanario del burdel, Celedonius estuvo platicando cortésmente con un cigueñal de camión convertido al protestantismo, y sin tratar de resultar pedante le hizo saber que compartía su convicción de que Dios existe y que vive en un albergue rural Turolense que se costea con los beneficios de una linea telefonica  903... "Al habla con el hacedor", se denomina, donde después de recibir en un contestador las oraciones, ruegos, salmodias, y sardinas en escabeche, administra justicia divina, milagros, castigos, pipas, chicles, caramelos, almendras garrapiñadas y los tiempos de los ciclos semafóricos. No obstante antes de despedirse de tan curioso personaje, le advirtió que le preocupaba su salud lumbar dado lo zigzaguante de su columna vertebral y que podía deberse a su actitud protestante y contestataria, dado el precio anormalmente inflacionado del queso camembert en los mercadillos callejeros de Abisinia............

NoTa dEL AUtoR: CabalLerO TemplaRio Me Ha DespertadO a LAS dos Horas de AcostarmE a Dormir InstandomE con PremurA Y VeheMentementE a que EscribierA lo que Fuese Para sU bLOg...estE es elñ reSULtado de No haber DeCansado Y de UNa quImica cerebral AnormalmentE DesequiliBRAda, Daño Neuronál Y epiLepsíA en EL HIpopotaLamo a Causa del ABuso de cafFeina y REDbulLs. Perdonen Los Lectores Saludos ..Me voY a dorMIR

Glutth Eohgordo

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